Leyendas y curiosidades

«Porque hay una historia que no está en la historia y que solo se puede rescatar escuchando el susurro de nuestros mayores.»

En todo pueblo que se precie, existen algunas leyendas locales, que van transmitiéndose de forma oral entre generaciones y que a menudo coinciden con otras de similares características, ocurridas en pueblos cercanos y que al contarlas nos provocan sonrisas y nos gusta que permanezcan como nexo común y curioso en la localidad.

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La leyenda del cerdo atado en el campanario: La tradición oral ha transmitido esta historia relatando que Cimballa, hace muchos años, era un barrio de Cubel y los vecinos querían tener concejo propio para formar pueblo independiente.  Como no había suficientes habitantes y faltaba una persona, después de mucho cavilar se les ocurrió subir a la torre un tocino, un barraco (verraco) y atarlo a la cuerda de tocar la campana y ponerle la comida algo apartada. Cuando iba a comer el barraco tiraba de la cuerda y tocaba la campana. Vinieron a constatar si se podía formar ayuntamiento y la persona encargada dijo: «¡Hombre, aquí falta uno!” y enseguida le contestaron: «No, no, no, si es el que está arriba tocando las campanas. De esta manera el pueblo pasó a tener su propia Alcaldía.

Resulta difícil creer la historieta imaginando un animal subido al campanario tal y como lo conocemos hoy, puesto que las dimensiones resultan exiguas para alojarse en él. Como tampoco podemos aproximar fechas de aquel suceso y se cuenta que hace años el campanario fue reconstruido, que antes era mucho más grande y en vez de campanario, era una elevación más grande, que se hizo para exponer al Santo Misterio cuando venían a adorarlo gentes de los pueblos cercanos y que no había más que un campano para tocar. Dejaremos a la imaginación este relato tan popular en nuestro pueblo y que tantas veces hemos oído contar a nuestros más ancianos.

Siempre hemos escuchado la leyenda del becerro de oro, escondido entre las ruinas del castillo y que a algunos incita a cavar en su búsqueda y a curiosear por las cercanías del castillo. Está leyenda es muy típica en muchos pueblos con fortificaciones similares.

También se refiere un pasadizo que comunicaba el castillo con la fuente de La Mora, por el cuál bajaban las mujeres moras por la noche a llenar los cántaros a la fuente, sin que nadie las viera (de ahí la denominación).

El tuerto Catachán era un personaje, no se sabe si real o imaginario, que causaba verdadero pánico nombrar y sobre todo se utilizaba para asustar a los más pequeños. Sabemos que se recitaban versos largos para describir sus maldades y que provocaba cierto espanto al escuchar el relato (Ver en Cultura Popular).

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Se solía contar que, en la cueva situada encima de El Tejar, habían escondido toda suerte de armas, especulando si serían de la guerra civil, de la Edad Media o incluso espadas y escudos de los romanos; sin embargo, nunca se ha encontrado resto alguno y resulta de muy difícil acceso.

No podía faltar la típica historieta del gato: Cuentan que, hace muchos años, estaban varias personas celebrando una comida en la fragua del pueblo, pasó por allí un gato negro y alguien le tiró un hueso con fuerza y le hirió.  Al día siguiente vieron que una mujer a la que consideraban una bruja en el pueblo, llevaba el ojo morado y andaba cojeando. (Similar a otras historias locales).

Cuentan que la sima del paraje de Carrabanto se abrió por una maldición, contaban que a los que compraron aquella pieza, les habían echado algún tipo de hechizo o mal de ojo y que se abrió la tierra a consecuencia de aquello.

Durante la guerra civil, las campanas no se destruyeron, pues Cimballa fue del bando nacional, aunque sí hubo, en sus comienzos, un hecho cargado de simbolismo: los republicanos quitaron los badajos y los arrojaron a un pozo profundo del río. El párroco de entonces consiguió que los mismos que los habían arrojado al agua, los restituyeran a su lugar y todo quedara en anécdota para recordar.

image001Como dato curioso cabe decir que en la antigüedad (Cretácico), el valle en donde se sitúa nuestro pueblo, se encontraba completamente cubierto por las aguas de una gran laguna, consecuencia de aquello, a fecha de hoy todavía se encuentran restos de fósiles de moluscos pequeños, (desde siempre se han conocido por el nombre de “palomitas”) en la ladera izquierda del monte que sube al castillo y también en otros parajes como La Dehesa o Las Comarcas.

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Recorriendo el monte de La Caleruela, en un punto ciertamente extenso y de forma circular sobre quince metros de diámetro aproximadamente, se detecta la presencia de piedras oscuras de consistencia metálica. Se especula que pudiera tratarse de algún meteorito caído, aunque no puede darse por cierto porque no hay estudios que lo confirmen.  Estas rocas de apariencia porosa pudieran ser de origen volcánico puesto que su peso es bastante ligero y se ha consultado su origen y se asevera que, si fuesen piedras no terrestres, su peso sería mayor y su estructura diferente. Este hecho, si es que llegó a ocurrir, sucedería hace más de 80 años, pues ya tenían constancia de ello nuestros bisabuelos cuando recorrían el citado monte y se sorprendían porque esa extensión concreta, tenía poca vegetación y por el diferente color de las piedras que allí se encuentran, de textura porosa y de apariencia diferente a las comunes del monte. Se hallan en una zona amplia y actualmente muy disimulada por el crecimiento de matorrales y maleza. Parece ser que en el paraje de Valdegalindo ocurre algo similar.

Alguien relata que el paraje del Calaporro, años ha, se lo disputaban los pueblos de Campillo y Cimballa. Quedaron en un llano para resolver la cuestión y los cimballeros aparecieron pertrechados con hoces, rastrillos, orcas… y que armaron al menos listo con un gran trabuco. Al ver los de Campillo semejante despliegue se asustaron y huyeron convencidos de que iban muy en serio y no tenían ninguna posibilidad de ganar.

Se dice que el molino harinero, durante la guerra de la independencia, sirvió de refugio y que también fue utilizado como cárcel. Por aquel entonces, pertenecía a los propios de Cubel, al igual que la balsa.

Hacia 1920 había dos párrocos oriundos de Cimballa que iban a hacer misa a Guisema, a la capilla del palacio donde residía el Marqués de Embid y Cuevas Labradas:  Manuel Albareda Herrera. Como quiera que los palos de las banderas, se encontraban muy deteriorados y reparados, solicitaron de sus frondosos bosques que les fueran donadas dos astas de pino, para reponer las rotas. Volvieron con ellas y las banderas lucieron para la fiesta en todo su esplendor.

Cuentan que durante la guerra civil y temiendo que fueran robadas o destruidas las reliquias, se repartieron en varias casas del pueblo, para que fueran custodiadas por un tiempo determinado y que se hicieron justificantes de dichos préstamos. Una de las reliquias era nombrada como «Lignum crucis», parece ser que una de las cruces que se utilizaba para las procesiones, portaba un pequeño relicario con un trocito de madera, el cual consideraban de mucho valor religioso. En la actualidad no se puede verificar esta información porque la citada cruz desapareció.

Las personas con mas años confirman que, después de la guerra civil y durante mucho tiempo, los habitantes del pueblo no se atrevían a recorrer el camino del Vallejo, porque había bombas enterradas por aquella zona.

Cuentan que las aguas subterráneas que atraviesan la localidad y dotan al río Piedra de caudal a partir de ella, no provienen de la zona de Gallocanta puesto que hace un siglo, algunos de nuestros antepasados, probaron a arrojar grandes cortezas de árbol, por tratar de averiguar su recorrido y ninguna de ellas llegó hasta el pueblo. No cabe duda que este experimento resulta más bien poco o nada confiable.

Curiosidades oficiales

1.- Actas de la Junta Superior de Aragón y parte de Castilla 1811   (Herminio Lafoz Rabaza)

«Don Pedro Alzamora, desde Alpuente con fecha del 2, avisa que, habiendo pasado a realizar su comisión en Cimballa por la invasión del enemigo en aquellos puntos se vio en la precisión de retirarse a costa de las mayores fatigas y penalidades. Que el expediente de reintegro a los pueblos de Cubel y Abanto quedó terminado a beneficio de una junta celebrada con su presencia, y compuesta de los representantes de los tres pueblos en conformidad al medio que les propuso y persuadió. Pero como el plazo para el pago de 500 pesos en que se convinieron estaba sin firmar a la retirada, ofició al alcalde actual de Cimballa cumpliese aquel bajo la multa de 200 pesos a la orden de la Junta. Que el sumario criminal no pudo concluirse por falta de algunos testigos. Que hizo de 6 a 7 embargos de poca consideración de otros tantos reos que resultaron y cuya prisión no pudo lograr, que son los más infelices del pueblo y que el acalde 1º del año pasado es de los principales reos por razón de su oficio. Que por evitar se le extraviasen los expedientes, o los sorprendiesen conellos, los dejó en Terzaga, en poder de Don Pascual Malo, y Don José Monte se quedó en Valsalobre de Cuenca, ignorándose su paradero. Y concluye se le tenga presente para cualquiera servicio».

2.- Reconocimiento hidrológico del valle del Ebro. 1865   Río Piedra a su paso por Cimballa( Pedro Antonio de Mesa):

Ancho total: 5,4 m.            Superficie mojada: 4,22 m2           Velocidad media: 0,62 m.              V= 2,646 m3 por segundo

3.-Boletín oficial del Ministerio de Fomento, Volumen 4, números 62-79 (Madrid, 4 de octubre 1863)

«Se autoriza a D. Serafín Boun, para que salvo el derecho de propiedad y sin perjuicio de tercero, aproveche las aguas de la fuente llamada del Ingenio, como fuerza motriz de una fábrica de harinas, que intenta establecer en el término de Cimballa, provincia de Zaragoza, debiendo sujetarse a las siguientes condiciones:

Las obras se ejecutarán bajo la inspección del ingeniero jefe de la provincia.

El concesionario respetará escrupulosamente el abrevadero que existe en la actualidad , los riegos establecidos por D. Vicente Guguita y otros propietarios y los demás aprovechamientos del agua de dicha fuente, que existan con anterioridad a esta concesión.

Si en el término de un año no se diesen principio a las obras, esta autorización se entenderá caducada».

4.- En el año 1880 aparece Cimballa como el pueblo de los Téllez.

5.- En 1918 una plaza de médico para dos pueblos de la zona tenía un sueldo de mil pesetas más igualas.

6.- En los años 30 hubo una calle en Cimballa dedicada al capitán sublevado en Jaca, Fermín Galán y García (calle muy estrecha por donde pasan las procesiones).

7.- En el diccionario de Mingaña(la jerga típica de la zona del alto señorio molinés, Molina, Fuentelsaz, Alto Tajo… y de un grupo de trabajo esquiladores, colchoneros, cardadores, que inventaron para entenderse entre ellos y no ser entendidos) el nombre de Cimballa, venía a designar molino de harina.

8.- Caso de Jurisprudencia criminal

«Resultando que dado parte a la guardia civil del puesto de Milmarcos, y a la autoridad local, fue detenido Luis Yagüe, a quien se había visto pasar por aquel pueblo con algún ganado; y éste manifestó que en efecto, había llevado ocho cabras de su propiedad, que vendió en Cimballa y las cuales había comprado en Bordalva, a un sugeto desconocido, expresando después que las había permutado por carneros con Eufrasio Ruiz: Resultando que en efecto, las cabras sustraidas del corral de Manuel, resultaron en poder de Eufrasio Ruiz, el cual reconoció en rueda de presos a Luis Yagüe, como el sugeto con el que las había permutado, dándole por ellas nueve carneros y además un duro en metálico; que el primero acreditó debidamente la preexistencia en su poder de las indicadas reses, y que éstas fueron valuadas en 124 pesetas, sin que resultase cierto que hubiesen sido compradas por Yagüe:

Resultando que éste último ha sido procesado varias veces por delito de hurto, según consta en las certificaciones traídas a la causa: Resultando que la Sala, calificando el hurto en cantidad, que no excede de quinientas pesetas y pasa de 100, con la circunstancia agravante cualificativa, de ser el procesado dos veces reincidente, y sin atenuante alguna, le impuso cinco años de presidio correccional, con sus accesorias:

Resultando que, contra esta sentencia interpuso Yagüe  recurso de casación, por infracción de ley, que fundó en el caso 5º del artículo 4º de la de casación criminal, alegando como infringidos los artículos 531, caso 3º y  533 y la escala gradual del código de penas que el código señala,  pues con arreglo a estas disposiciones, procedería a aplicarle dos años y cuatro meses de presidio correccional, que es el máximo del mínimo de la pena, Resultando que admitido el recurso por la sala Segunda de este Tribunal Supremo, ha pasado a esta tercera, donde ha sido sustanciado en forma: Visto, siendo Ponente el Magistrado Don Manuel María de Basualdo:

Considerando que por los fundamentos de hecho establecidos por la sala sentenciadora, resulta Luis Yagüe responsable criminalmente, de haber cometido un hurto de ocho cabezas de ganado cabrío, valoradas en 124 pesetas y que este delito ha sido definido y penado en el caso 3º del artículo 531 del Código Penal vigente, con arresto mayor en su grado medio a presidio correccional, en su grado mínimo por no exceder de 500 pesetas y pasar de 100 pesetas:

Considerando que, no concurriendo en el hecho circunstancias agravantes ni atenuantes, la penalidad procedente es la de cuatro años, dos meses y un día de presidio correccional a seis años del mismo grado medio de la general, con la que se castiga el delito mediando reincidencia y que la Sala imponiéndole la de cinco años, de dicho presidio, lo verifica, dentro de los límites del grado que corresponde, por lo que no ha infringido los artículos del Código penal vigente que se invocan, ni procede el recurso de casación, que por dicho motivo se ha deducido:

Fallamos que debemos declarar y declaramos no haber lugar al recurso de casación interpuesto por Luis Yagüe, contra la sentencia pronunciada por la Sala de lo Criminal en la Audiencia de Zaragoza en 23 de junio último y le condenamos en las costas: líbrese certificación de esta sentencia y diríjase a dicha Sala por el conducto correspondiente».

9.- Pleitos y expedientes

AHP Zaragoza – Procesos inquisitoriales      (Abril 1579)
ES/AHPZ – J/00048/00 2 – Proceso a instancia de Juan Lorente, familiar del Santo Oficio y vecino del lugar de Abanto, contra Pedro Relancio, Juan Guajardo, vecinos de Cimballa, y otros, por agredirle a pedradas cuando regresaba de dicho lugar de Cimballa.
 (Año 1700)
ES/AHPZ – J/000788/0001 – Cartel de compulsa a instancia del Prior, religiosos y convento de San Pedro Mártir de la Orden de Predicadores de la ciudad de Calatayud, de un instrumento público de censal otorgado por el concejo del lugar de Cimballa en favor de Dª Jerónima Santángel, viuda de Pedro Ramiro, en poder de Francisco Vaquerizo, notario de número de Calatayud, como comisario de las notas de Juan Martínez de Aniñón.
AHP Zaragoza – Pleitos civiles (1712-1870)  (Año 1760)
ES/AHPZ – J/010649/000001 – Autos a instancia de los lugares de Abanto y Cubel, contra el de Cimballa de la comunidad de Calatayud, sobre que cese en recoger la bellota hasta que llegue el tiempo.
AHP Zaragoza – Pleitos civiles (1712-1870)   (Año 1788)
ES/AHPZ – J/014243/000007 – Demanda de Juana García, viuda y vecina del lugar de Cimballa, contra José García, vecino de Jaraba, sobre pago de maravedís.
AHP Zaragoza – Pleitos civiles (1712-1870)   (Año 1813)
ES/AHPZ – J/014254/000017 – Expediente formado por la representación de los Síndicos procuradores de Cubel y Abanto, sobre aprovechamiento de bellota en el monte de Cimballa.
 
AHP Zaragoza – Pleitos civiles (1712-1870)   (Año 1815)
ES/AHPZ – J/014300/000020 – Firma de Pedro Abad, presbítero beneficiado y presidente del capítulo eclesiástico de la parroquial de Cimballa, contra el ayuntamiento del mismo pueblo, sobre derechos de décimas.
AHP Zaragoza – Pleitos civiles (1712-1870)  (Año 1816)
ES/AHPZ – J/010577/000013 – Expediente de Juan Blancas, vecino de Cimballa, oponiendo excepciones al alcalde primero, Regidor segundo y Síndico procurador suplicando que cesen.
AHP Zaragoza – Investigaciones  (Año 1861)
ES/AHPZ – A/002459/000022 – Expediente de investigación sobre la denuncia de un terreno y aguas en la partida del Ingenio, donde está el molino perteneciente a los propios de Cimballa.
 
AHP Zaragoza – Expedientes de inscripción  (Año 1961)
ES/AHPZ – A/016135 – Coto escolar «SANTO TOMAS». Cimballa
ES/AHPZ – A/016135 – Mutualidad Escolar «SANTISIMO MISTERIO». Cimballa  1964
AHP Zaragoza – Expedientes de inscripción   (Año 1964)
ES/AHPZ – A/016135 – Mutualidad Escolar «VIRGEN de La SOLEDAD». Cimballa


Historietas

Cuento tipo 889, página 185. Libro: «Catálogo tipológico del cuento folklórico español»   por Julio Camarena Laucirica, Maxime Chevalier.
Es un libro de cuentos de tradición oral recopilados y las versiones similares dependiendo de una zona u otra.
El cuento que sigue se debió de recoger en varios pueblos y uno de ellos es Cimballa.
EL CRIADO VERAZ      «EL TORO BARROSO»
Lo que pasa con los amos y los criaos: se juntaron dos a tomar café en un bar y al juntase, empezaron a hablar así, de los criaos.
Dice:
-Pues yo tengo u criao que no me engaña. ¡Calla hombre! ¡Que no te va a engañar!, déjame de tonterías; si todos pues tienen que…
-Te aseguro que no me engaña.
-A ver, ¡que te engaña!
-A que no.
Pues se hicieron una apuesta fuerte.
Y era vaquero. Pues llegaba el vaquero y decía: Buenos días, mi amo. Buenos días…  ¿Qué tal las vacas?
Unas gordas y otras flacas.
La que no esté echá, estará levantá, y la que no esté comiendo, estará pará.
¿Y el toro barroso?  Gordo y hermoso.
Llegaba a otro día y decía igual: ¿Que tal las vacas? Unas gordas y otras flacas.
La que no esté echá está levantá y la que no esté comiendo estará pará.
Y el toro barroso? Gordo y hermoso.
De modo que el otro, claro, lo oía. Y ya dice -Pues la mejor forma de que no diga la verá…
Y tenía una buena hija y demás, dice -pues a éste no hay más que ponele la pega, a ver si.. a ver cómo va a decir a su amo que le ha matao y todo eso.
Pos mandó a la hija. De modo que la hija fue allá, al vaquero y le dijo:
Mira; si matas al toro barroso, me tienes a tu disposición; lo que quieras de mí. -Pero hombre, pero hombre, cómo voy a hacer eso. Y dice: -Y me tienes que traer el corazón.
De modo que lo hizo: mató al toro barroso y le sacó el corazón. Y ya, pa que entre él, dice: -¿Y qué le digo yo a mi amo? Se ha muerto de ranilla…? No pega. Pues se ha muerto de …garbanzuelo, no pega. ¡Me cago en diez¡ de levosa… ¡que no pega, que no, que no. Y ya, pensando dice: -Pues no tengo más que decíselo: yo no miento. Dice: – «Por una cara bonita y un cuerpo hermoso, he sacado el corazón al toro barroso. ¡Eso, eso es lo que pega¡, se dijo.
De modo que, llega el criao y, en medio de los dos, dice: -¿Qué tal la vacas? Unas gordas y otras flacas, la que no está echá, está levantá y la que no esté comiendo estará pará.-Y el toro barroso? – Por una cara bonita y un cuerpo hermoso, he sacado el corazón al toro barroso.

Y entonces dijo el amo: -¡Viva mi criao¡ Y ganó la apuesta.

«Guarda algún recuerdo de tu pasado, de lo contrario ¿Cómo comprobarás que no fue un sueño?»